Se desarrolló en la época
preincaica en la
provincia de Nazca de la
Región Ica en el
Perú; su ciudad capital fue Cahuachi, a orillas del río Aja – Quebrada
Nazca, uno de los brazos del río Grande. Su área de influencia por el norte fue hasta
Pisco, por el sur hasta
Arequipa y por el este hasta
Ayacucho. Desde el siglo VI d.C., aumentaron sus contactos con la zona andina, llegando inclusive hasta las zonas altas de
Ayacucho. Este contacto tuvo especial importancia en la formación del
Estado Wari. Lo más impresionante de esta cultura es su
cerámica policromada, con figuras de hombres, animales, plantas, etc. En muchas de estas cerámicas, se representan a hombres mutilados, lo que hace suponer que realizaron sacrificios humanos. El trabajo en metales era inferior a los hechos en
Chavín de Huántar, pero tenían estilo propio. El arte
textil floreció tanto como en la época de los
Paracas.